viernes, 23 de enero de 2009

alerta para el hombre

el hombre que reniega de si mismo,
de todo lo que ha hecho
de los siglos de fuego
y de la amarga ceniza,
de la arcilla, que forma sus contornos,
del musgo de la aurora
del nivel de su pecho,
de quien riega la tierra
con el pa vuelto trigo
y regresado al surco
resucitado
en la dorada espiga.

Esos hombres
en que el amor no ha dejado
sus pisadas de espuma
y la amistad es solo una palabra
a un arma
para burlar,
para vender,
para entregar al hombre a sus verdugos,
son lobos del hombre.

Que adulteran las formas
en la cierta verdad de los espejos,
que convierten las flores
en pisadas de sangre,
que falsifican
todo lo que de bueno ha levantado el hombre,
todo lo que ha logrado con sus manos
con sus ideas
con la furia fecunda que arranca la injusticia
o con la paz del alma.
Esos moldes del hombre
en la oquedad esteril de su cuerpo,
han de ser, mientras exista el mundo
mientras quede una vida auténtica sobre el suelo
un llamado
un alerta
para que el hombre cuide sus puertas interiores
y pueda seguir siendo
íntegramente hombre.

ALFREDO CARONIL HARTMAN
NOMBRAR CONTRA LA SOMBRA