El pájaro del alambre
quiso volar a mejores dimensiones
olvidando su naturaleza terráquea.
Alzó el vuelo
pero quedo atado
a los cables telefónicos.
Desesperadamente
intento librarse
y un inmenso aleteo
se desato de su cuerpo.
El pájaro de alambra
no pudo escapar
a mejores mundos;
su aletear trajo
como consecuencia
que las palabras
lo ataran a los cables
más y más.
A las diez horas
de lucha
una palabra
le comió el corazón.
Pedro Parayma
(EL LIBRO DE FENRIS)