viernes, 1 de agosto de 2008

Cuando de mi no quede sino un árbol...

MIGUEL OTERO SILVA


Siembra [fragmento]


Cuando de mi no quede sino un árbol,
cuando mis huesos se haya esparcido
bajo la tierra madre;
cuando de ti no quede sino una rosa blanca
que se nutrió de aquello que tú fuiste
y haya zarpado ya con mil brisas distintas
el aliento del beso que hoy bebemos;
cuando ya nuestros nombres
sean sonidos de eco
dormidos en la sombra del olvido insondable;
tú seguirás viviendo en la belleza de la rosa,
como yo en el follaje del árbol
y nuestro amor en el murmullo de la brisa…